El Prólogo de La Esposa de Bath es uno de los mejores escritos de Los cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer. A pesar de ser una introducción al cuento, es tres veces más largo que el relato (Halsall 1996). El cuento es la prueba parabólica del prólogo. Chaucer creó una obra muy original con materiales antiguos (Miller 1977). Por ejemplo, muchos de los atributos de la esposa proceden del poema francés Le Roman de la Rose. Para Alison de Bath todo es grande en desmesura: su número de matrimonios y de viajes, su pasión por el control y el sexo, etc. (Cooper 1989; Minnis 2008). El prólogo trata en buena parte sobre ella, su vida amorosa y su derecho a contar una historia sobre mujeres por ser una mujer con mucha experiencia en matrimonios (Breidler 1996). Se trata de una confesión pero sin rastro alguno de mea culpa o atisbo de remordimiento. Al contrario, Alison narra sus debilidades con deleite. Su personalidad fuerte y controvertida junto con la idea feminista y anti-feminista que se desprende de su actitud y de sus palabras le dieron una gran popularidad, que supera a la de cualquier otro personaje de este famoso peregrinaje. En el presente artículo, analizaremos el prólogo centrándonos en los siguientes aspectos: la historia que cuenta la esposa sobre su vida, su personalidad y el lenguaje que utiliza. Además, incluiremos un apartado dedicado a repasar el vínculo entre este personaje y la idea del feminismo y/o anti-feminismo. Aunque el tema sobre el (anti-)feminismo en el Prólogo de La Esposa de Bath ha sido tratado por otros autores como Harden (2007), abordaremos el tema aportando ideas nuevas e innovadoras desde nuestra perspectiva, acompañada de ejemplos oportunos.
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