André Matarazzo quería ser director de hotel. Bueno, no, en realidad quería recorrer el mundo y pensó que la hostelería era una buena manera de conseguirlo. Pero se equivocó y el caso es que acabó trabajando en publicidad, a la que llegó por la ruta digital. Y con la publicidad este brasileño ha viajado por todo el globo y ha desarrollado una visión de la disciplina que privilegia, frente a un enfoque más clásico (se permite la provocación de afirmar, con cierta sorna, que odia la publicidad), la generación de productos y experiencias que hagan una aportación significativa a la vida de las personas. De ello habla en esta entrevista, realizada hace unas semanas en Madrid, donde hizo un stage en Dommo. También habla del momento actual de su carrera, de las diferentes culturas creativas, de la necesidad de cambio en las agencias y del poder del consumidor.
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