Justificación. Hoy en día sabemos poco sobre los significados que los varones atribuyen a los alimentos y a los vínculos alimentación-salud. La mayoría de lo publicado sobre este tema destaca cómo ciertos factores relacionados con la masculinidad, influyen negativamente sobre las prácticas de salud de los varones. Los actuales cambios en los patrones de identidad genérica, justifican nuevas investigaciones sobre cómo la alimentación y la salud son interpretados por los varones y cómo se incorporan estas ideas en base a su identidad masculina.
Objetivo. El objetivo de este estudio es proporcionar un análisis de la percepción de obstáculos que los varones manifiestan hacia la relación alimentación-salud (alimentación saludable) a partir de conceptos relativos a la identidad masculina (racionalidad, autonomía y fuerza).
Diseño. Estudio cualitativo interpretativo basado en teoría fundamentada que reanaliza 24 entrevistas efectuadas a varones del Reino Unido. Las entrevistas pertenecen a una base de datos original procedente de un proyecto de 1990 sobre alimentación saludable y cambio en la dieta en el Reino Unido.
Lugar. Reino Unido, Región de Yorkshire.
Sujetos. 24 varones seleccionados por muestreo en "bola de nieve" entre trabajadores de empresas manufactureras locales. Tres grupos de edad: <35, 35-54 y =55. Dos grupos de clase socio-laboral: "Cuello azul" y "Cuello blanco", según normas de clasificación de G. Bretaña.
Métodos. Se llevó a cabo un análisis secundario examinando las transcripciones de las entrevistas originales: selección de preguntas pertinentes para la nueva pregunta de investigación, fomentando aquellas que hablan sobre sus experiencias y percepciones (los elementos menos estructurados de las entrevistas) y la temática de género, que quedó fuera del análisis original. Se utilizó metodología inductiva basada en Teoría Fundamentada (Glaser y Strauss).
Las categorías de estudio introducidas por los investigadores conjugan la triple dimensión: salud-alimentación-masculinidad: rechazo a la alimentación saludable y promulgación de masculinidades por parte de los entrevistados.
Principales resultados. La percepción de obstáculos a la alimentación saludable se agrupa en torno a dos temáticas:
1. Aparición de un grupo de presión intrusito que impulsa la resistencia (hacia mensajes del gobierno y medios de comunicación) y que propone recuperar la alimentación como una opción personal.
2. Lo monótono de comer sano y en poca cantidad (con oposición manifiesta) y la necesidad de usar esa opción solo en circunstancias de vulnerabilidad física o problemas de salud (mediando la autoridad médica).
El análisis permitió identificar tres categorías emergentes:
Categoría 1: Respuesta racional (virtud convencional masculina) con la creación de la propia guía (opción personal) defendiendo ideales de equilibrio y moderación que se oponen a las fuerzas irracionales externas (gobierno y medios de comunicación).
Categoría 2: Alimentos abundantes que potencian los ideales de dureza y destreza física (masculinidad) muy relacionados con el trabajo físico: no se encuentran en las dietas (hacen hincapié en la insuficiencia) ni se favorece su consumo en el contexto laboral descrito.
Categoría 3: Propuesta de otras vías más atractivas para mantener la salud (deporte y ejercicio, más cercano a lo masculino) en lugar de dieta (asociado a lo femenino).
Conclusiones. Las barreras identificadas a la alimentación saludable pueden estar vinculadas a ciertos elementos de la masculinidad convencional. Esto implica que los promotores de salud que intenten fomentar la alimentación saludable entre los varones, deberían incorporar también en sus campañas, estrategias que tengan en cuenta las decisiones de los propios protagonistas ya que son a menudo más poderosas y complejas que los mensajes formales de las políticas de promoción de la salud.
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