La literatura ha mostrado por el tema y el concepto del tiempo un extraordinario interés, una preocupación similar a la filosofía, cuando por primera vez en la historia del pensamiento occidental Aristóteles en su Física (s. IV a. C.) formuló una sólida doctrina en la que vinculó al tiempo con el movimiento. Para el estagirita, el tiempo no es posible sin el acontecimiento, sin que haya seres en movimiento y es concebido así, como el movimiento continuo de las cosas y susceptible de ser medido por el entendimiento: "El tiempo es la medida del movimiento respecto a lo anterior y lo posterior". Desde entonces, la idea del viaje a través del tiempo ha inspirado innumerables relatos con un firme y siempre sugerente asidero en la especulación científica y filosófica, un valor añadido y una ocasión perfecta para disfrutar de una gavilla de relatos, concebidos como artilugios para la fascinación.
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