"Si se sentara sobre nuestras piernas una chica hermosa por espacio de una hora, para nosotros sólo serían diez minutos y si nos sentaran sobre ascuas de fuego por el espacio de diez minutos sentiríamos que fue por el espacio de una hora". Así fue como Einstein explicó la teoría de la relatividad en cuanto al plano temporal. Es decir, independientemente de los segundos, minutos u horas que marque nuestro reloj, es nuestra percepción final la que nos recoloca en la vida y nos permite experimentar lo que nos sucede, desde una perspectiva u otra.
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