La selección natural ayuda a resolver el misterio de la vida pero no es aplicable para explicar la diversidad cultural. La selección natural es vista, por una parte, como un componente de la imaginación de un mundo industrial cambiante, y, por la otra, como un medio de producir diferencias en el seno de procesos sociales que son claves en la distribución de los genes humanos. La genética es intencionalmente traducida en el mundo social: se subvierte la biología y se la somete a la agencia humana. Tal es una ruptura esencial que enmarca el reservorio genético en el novedoso mundo humano. Los seres humanos deliberan acerca de su condición y, al hacerlo, cooptan la naturaleza. No obstante, esto no es un proceso evidente sino que en sí mismo está infiltrado por los procesos neurológicos, una poderosa razón para mantener una visión dialéctica de la relación entre los genes y los humanos.
Natural selection helps to solve the mystery of life but it is not applicable to explain cultural diversity. Natural selection is seen, on the one hand, as part of the imagination of a fleeting industrial world, and, on the other, as a means to produce differences in the midst of social processes that are decisive in the distribution of human genes. Genetics is intentionally translated into the social world: biology is subverted and submitted to human agencies. Such is an essential rupture that reframes the genetic pool under the newness of the human world. Humans deliberate about their condition and, in so doing, they co-opt nature. However such is not a blunt process but deliberation in itself is infiltrated by the neurological process, a strong reason for maintaining a dialectical view between genes and humans.
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