Madrid, España
De la información recogida entre 1978 y 1985, de diferentes campañas de muestreo y su posterior análisis, se desprende que la profundidad a que se encuentre la superficie de separación entre la masa de procedencia atlática y la del agua mediterránea sufre una variación estacional y que debido a la gran homogeneidad térmica que se produceen los meses de invierno, con la consiguiente fcilidad para los movimientos convectivos, que da lugar ha importantes procesos de mezcla, se forma lo que denominamos el agua de invierno, caracterizada por un alto valor de la salinidad en superficie, normalmente por encima del 37, o por mil y una temperatura que no sobrepasa los 14, 5ºC.
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