Este trabajo tiene como finalidad un acercamiento a aquellas posturas que pudieron surgir en distintos sectores de opinión al hilo de las negociaciones hispano-neerlandesas que tuvieron lugar a partir de 1606, dando lugar a la firma de un alto el fuego en 1607 y de una tregua de doce años en 1609. Aunque en sus primeras páginas se intenta poner de manifiesto aquellas primeras medidas en política exterior promovidas con la llegada de Felipe III y cómo estas afectan a un proceso de estabilidad y pacificación generalizada en el marco europeo que vería su culminación entre los años de 1609-1618, hay que decir que su intención primordial es la de apuntar aquellos factores que llevaron a ambos contendientes a la mesa de negociación y cuáles fueron las opiniones e intereses respecto a la tregua de los principales protagonistas al respecto, tanto desde filas neerlandesas como españolas. En este sentido, abarca también las actitudes de aquellos grupos e individuos que indirectamente influirían en el desarrollo de las conversaciones, presionando en una u otra línea, y dando lugar a un resultado final con pocas dosis de éxito.
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