Imaginemos una caja cuyas paredes internas fueran espejos perfectos. Por mucho que la llenemos de luz, siempre hay sitio para un fotón más. Pero si la llenamos de piedras, llega un momento en el que añadir una más requiere un esfuerzo creciente. Las piedras están hechas de fermiones (electrones y quarks up y down), mientras que los fotones son bosones. A un nivel fundamental, sus distintos comportamientos en la caja están regidos por dos “estadísticas” distintas: Fermi-Dirac o Bose-Einstein. Richard Feynman sospechaba que si no sabemos explicar algo en términos sencillos es que no lo hemos entendido a fondo. Hay sólo dos aspectos de la Física de partículas que nadie sabe explicar de modo transparente: el “teorema de espín-estadística” (que reza que las partículas de espín semientero son fermiones y las demás, bosones) y el “teorema CPT” (que ni siquiera enunciaré). El Nóbel de Física 2008 sí es fácil de entender.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados