A principios del siglo XVI, Leonardo da Vinci dibujó con gran exactitud el tórax óseo. Esos dibujos tienen un notable parecido con las imágenes obtenidas mediante tomografía computarizada helicoidal en tercera dimensión, que permite ver con gran detalle la representación espacial del esqueleto de la caja torácica. Si se toma en cuenta el difícil trabajo de ese genio renacentista, el mérito de su trabajo anatómico es de gran valor y un ejemplo de lo que puede lograrse con el estudio cuidadoso de las estructuras del cuerpo humano. La imagenología moderna no puede prescindir de este conocimiento para la correcta interpretación de las imágenes topográficas. El ejemplo de Leonardo está vigente para quienes se dedican a la tomografía moderna.
The impressive development of computed tomography (CT) techniques such as the three dimensional helical CT produces a spatial image of the thoracic skull. At the beginning of the 16th century Leonardo da Vinci drew with great precision the thorax oseum. These drawings show an outstanding similarity with the images obtained by three dimensional helical CT. The cumbersome task of the Renaissance genius is a prime example of the careful study of human anatomy. Modern imaging techniques require perfect anatomic knowledge of the human body in order to generate exact interpretations of images. Leonardo´s example is alive for anybody devoted to modern imaging studies.
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