La inmunidad innata es la primera respuesta de un animal frente a un microorganismo extraño, mediante la cual se intenta eliminar la infección o contenerla hasta dar tiempo al establecimiento de una respuesta más específica y eficaz, la inmunidad adaptativa. No por ser la primera reacción frente a un patógeno es sencilla o poco desarrollada. De hecho, se vale de gran variedad de mecanismos efectores y de componentes distintos para luchar contra la infección. Básicamente, el sistema inmune innato está formado por dos componentes: a) las barreras de los epitelios de piel y mucosas, que impiden la entrada de patógenos, y b) las células y factores solubles, listos para actuar si el agente patógeno vence las defensas epiteliales.
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