Existen varios tipos de policitemia, de entre los cualews la primaria o verdadera es la única sin etiolgía conocida. Su diagnóstico es complicado puesto que se realiza por exclusión, una vez que se han descartado las otras variants de la enfermedad. En el siguiente artículo, veremos cómo una ligera hemoconcentración y un conjunto de síntomas inespecíficos conformaron el punto de partida en la resolución de un caso clínico de gran interés.
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