Pedro Solbes ha conseguido el dudoso mérito de ser capaz de dejar dos veces, una en 1996 y otra ahora, un reguero de malos datos en las cuentas nacionales. Su problema: su inactividad, motivada, en parte, por el esfuerzo por ocultar la verdadera situación económica, hasta que pasaran las elecciones generales, cuando por fin se pronunció la palabra crisis
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados