Antecedentes. Los dentistas deben ser conscientes del significado de un retraso significativo de la erupción o de la erupción ectópica o asimétrica de los incisivos centrales maxilares permanentes ya que, si se observan estas situaciones, se debe sospechar la presencia de uno o varios mesiodens. Cuanto más rápido sea el dentista en diagnosticar la situación, antes se podrá resolver el problema. Los efectos secundarios más frecuentes suelen incluir diversos problemas locales que requerirán tratamiento quirúrgico u ortodóncico.
Casos. Presentamos dos casos de múltiples mesiodens en pacientes sin antecedentes sindrómicos, tanto personales como familiares. El primero de ellos corresponde al de un niño de 7 años de edad que se quejaba de un diente "extra" indoloro que le salía por detrás de sus dientes anteriores maxilares. El examen clínico reveló la presencia de dos mesiodens erupcionados: uno cónico y el otro molariforme. El segundo caso informa de una niña de 5 años de edad que se quejaba de dolor a nivel de los incisivos centrales primarios superiores. Un examen detallado mostró una historia familiar de dientes supernumerarios en la madre y en el abuelo materno. El examen radiográfico mostró la presencia de dos mesiodens cónicos. En una primera fase, se extrajeron el 51 y el mesiodens derecho y, nueve meses después, cuando las condiciones mejoraron se procedió a la extracción del 61 y del mesiodens izquierdo.
Implicaciones clínicas. La presencia de dientes supernumerarios se asocia a varios trastornos del desarrollo; sin embargo, es una condición rara en individuos sin enfermedades ni síndromes asociados. Los dentistas han de realizar una historia familiar meticulosa para descartar la presencia de un síndrome, genéticamente determinado, de presencia de dientes supernumerarios.
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