C. Holm, P. Tidehag, A. Tillberg, M. Molin
Objetivo: El objetivo de este estudio retrospectivo consistía en investigar la vida media y comportamiento clínico de las prótesis parciales fijas (DPF) 30, 20 y 10 años después de su inserción. Materiales y métodos: Se colocaron un total de 289 DPF en 1966/67, 1976/77 y 1986/87. Para los pacientes en los que se suponía que sus DPF seguían funcionando, se realizó una evaluación siguiendo los criterios de la CDA. Resultados: No existía información disponible de 64 de las DPF (22%). Se examinó clínicamente a 79 pacientes con 94 DPF (33%) y que 44 de ellas (15%) permanecían en uso, según constataron los clínicos que atendian a los pacientes en ese momento. Los restantes 87 DPF (30%) se consideraron perdidas para el seguimiento. Estas DPF habían sido retiradas por diversas razones -en la mayoría de los casos, caries dental, pérdida de retención o fractura del diente pilar- o bien no se pudo contactar con el paciente. El 84% de las DPF insertadas en 1966/67 permanecían en uso a los 20 años, comparado con el 64% de las colocadas en 1976/77. Aparte de unos mayores desgastes y cambio de coloración, las DPF más antiguas tenían un ajuste marginal y una forma anatómica excelentes. Conclusión: La tasa de supervivencia de las DPF de 30 años era elevada; el 53% de ellas permanecían en uso después de 30 años. Según los criterios de la CDA, el 78% de las restauraciones eran calificadas como satisfactorias en todos los subgrupos. Las DPF colocadas en 1966/67 obtenían los índices más altos en cuanto a color, anatomía e integridad del margen.
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