Objetivo. Aun hoy, a diferencia de la endarterectomía, la evolución a largo plazo en la angioplastia carotídea no está bien definida. El objetivo es describir la evolución a corto y largo plazo y la tasa de reestenosis de una serie consecutiva de pacientes con estenosis de carótida sometidos a tratamiento endovascular en el Hospital Universitario La Fe, diferenciando entre pacientes con y sin síntomas. Pacientes y métodos. Desde 1999 hasta 2010 se incluyeron 426 pacientes a los que se les realizó angioplastia carotídea (el 25,5% eran pacientes asintomáticos). Se llevó a cabo seguimiento clínico a 374 pacientes. Fueron visitados anualmente, y cada año se les realizó estudio neurosonológico. Se recogieron las complicaciones durante los 30 primeros días y las complicaciones a largo plazo; se recogió la tasa de reestenosis en el seguimiento y se valoraron las posibles diferencias entre pacientes con y sin síntomas. Resultados. La morbimortalidad en el primer mes fue del 4,2% (4,4% en pacientes sintomáticos y 3,8% en pacientes asintomáticos). El seguimiento medio fue de 55 meses: un 8% de pacientes presentó ictus, un 11% sufrió un infarto de miocardio y un 24,3% falleció, sin diferencias significativas entre los pacientes con y sin síntomas. La tasa de reestenosis fue del 17,3% a los cinco años, un 7,5% igual o superior al 50%, y de ellas, en el 1,1% fueron sintomáticas. Cinco pacientes con reestenosis significativa fueron tratados con éxito con técnicas endovasculares. Conclusiones. La angioplastia carotídea es una técnica efectiva y segura en manos experimentadas; nuestros resultados son buenos, tanto a corto como a largo plazo, con una baja tasa de reestenosis. En caso de producirse esta última, el intervencionismo vascular es seguro y eficaz.
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