El instinto de la succión en los bebés es innato y según investigadores se produce desde su estado intrauterino, siendo por una parte una respuesta necesaria para su nutrición pero además le permite experimentar con su entorno más inmediato, por ejemplo, cuando notan algo en su mejilla se dirigen hacia ese contacto intentando introducirlo en la boca. A medida que el niño madura el instinto se pierde paulatinamente. Si la succión por el contrario persiste en el tiempo existen distintas medidas terapéuticas, detacando en este artículo los métodos intrabucales. Palabras clave: Succión, succión digital, Clase II, métodos intrabucales, dispositivos restrictivos, rejilla lingual, estimuladores, estimulador lingual.
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