Es un hecho. La reforma laboral iniciada con el RDL 3/2012, no ha contribuido aún a crear empleo, ni a eliminar la dualidad en la contratación. ¿Será el siguiente paso lógico de más reformas la adopción de la medida del contrato único? ¿Será el anuncio hecho por la Ministra Báñez el pasado 29 de agosto, para simplificación de la llamada «contratación a la carta», el pistoletazo de salida para su implantación definitiva? El presente artículo aborda las consecuencias jurídicas de su posible implantación.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados