El autor se refiere a los glaucomas de la infancia, secundarios a traumatismos oculares que, a su juicio, constituyen los más interesantes, tanto por su frecuencia como por sus características y su importancia práctica, dentro del vasto grupo de los llamados genéricamente glaucomas secundarios. Después de mencionar los dos tipos fundamentales: 1) Con herida penetrante o perforación de las túnicas del ojo, y 2) Sin herida penetrante o por contusión, y después de describir las características, evolución y tratamiento de los cuadros clínicos consiguientes, se detiene en una descripción más detallada del glaucoma poscontusional típico, llamado síndrome de Zimmerman, al que se considera similar al glaucoma crónico simple por los procesos de esclerosis y degeneración del trabéculo que le caracterizan, así como por su evolución y tratamiento, diferenciándose principalmente por su unilateralidad.
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