Resumen de El soldado Mike
Todo parece demasiado cotidiano en internet. Es verdad que nos asombra su capacidad de almacenamiento, búsqueda y conexión, pero a la postre no hace sino facilitarnos, acelerar o multiplicar ciertas cosas que ya veníamos haciendo, y seguimos en ello, en el mundo físico. La red es una fascinante, y a veces absurda, prolongación de nuestro escenario, y ello le resta grandeza y misterio. De ahí, quizá, la afirmación del autor de que "a internet le está constando establecer su propio territorio en el mundo del arte". ¿Podrían Stanley Kubrick, o el mismo Sir Joshua Reynolds, si estuvieran vivos, ayudarle a delimitarlo?
