La no adecuación de los estudios universitarios a la práctica de muchas profesiones es un lamento conocido y antiguo, un debate permanente que en el caso de la publicidad reproduce algunos parámetros comunes a otros oficios y aporta algunos nuevos. En estos momentos, según coinciden los profesionales encuestados (todos publicitarios, algunos dedicados a la docencia, otros en ejercicio en agencias), la preparación académica no facilita los rudimentos básicos para comenzar una andadura en el sector y, lo que complica aún más las cosas, tampoco dota a los jóvenes de valores necesarios para el desarrollo de esta actividad, como la reflexión o el espíritu crítico. Por otro lado, esos primeros momentos de conocimiento una vez embarcado el joven en el día a día de una empresa, han dejado de ser una fase de aprendizaje y se ha convertido, en muchos casos, en un aterrizaje en tareas y responsabilidades que corresponderían a otros
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