Los primeros signos de desaceleración son ya evidentes en el mercado inmobiliario. Ante el riesgo de que finalmente estalle la burbuja inmobiliaria, los protagonistas del sector empiezan a adoptar estrategias para tratar de mantener los abultados resultados económicos que han logrado durante los últimos años. De esta forma, la apuesta por el marketing, un ámbito que ya había conocido tímidas aproximaciones por parte de algunos anunciantes del sector con el objetivo de definir una imagen corporativa en la mayoría de los casos deslucida, se convierte ahora en imprescindible. En este sentido, cobra especial importancia internet, un medio que las compañías del sector no están utilizando simplemente como un soporte publicitario más, sino como una herramienta fundamental en su estrategia de comercialización
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