Loewe, símbolo de lo exclusivo, ha querido dejar patente esta condición en la última acción realizada para su perfume Solo Loewe, la primera incursión de la firma en la perfumería masculina después de más de quince años sin acometer este mercado. Si en el momento de su lanzamiento, a finales de 2004, la campaña de Solo Loewe se centraba en una sola imagen, un retrato heterodoxo y con un mensaje que pretendía ser exquisitamente transgresor, esta nueva oleada aumenta la galería, inspirándose intencionadamente en la historia y en la explosión de talento artístico que supuso el Siglo de Oro.
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