Resumen de Un festival y algo más. El Sol propone un variado programa de actividades profesionales sumadas a la exhibición de piezas a concurso.
¿Los festivales como El Sol están destinados a desaparecer o, por el contrario, no sólo sobrevivirán sino que se harán más fuertes en el futuro? Sobre esta incógnita versará uno de los temas de debate que se incluyen en el programa del festival este año, a cargo de Ezequiel Triviño y Bernardo Hernández (de Google). Pero no será el único debate abierto en El Sol, más allá de las deliberaciones de los jurado que otorgarán los premios. El certamen ha apostado fuerte en esta edición por el desarrollo de un programa paralelo cargado de presentaciones, mesas redondas y conferencias. Quizá sea ésta la mejor respuesta a la duda no sólo sobre la viabilidad de los festivales, sino sobre el futuro de la actividad comercial en sí. Por lo demás, en su vertiente de concurso, el crecimiento de las inscripciones, un 8% sobre el año anterior, es un buen síntoma en épocas difíciles, aunque se espera una menor asitencia de delegados que el pasado año.
