Este artículo revisa el poder que ciertas imágenes pertenecientes a la narrativa audiovisual actual tienen para generar experiencias emocionales intensas. La discusión parte de la presunción de que algunas imágenes se explotan, con independencia de la intervención o no de contenido moral alguno, en virtud de una determinada capacidad para generar estados emocionales intensos en quien las observa. Como estudio de caso se analiza el personaje de Walter White de la serie televisiva Breaking Bad de la cadena AMC, en tanto se erige como paradigma de lo planteado.
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