Bajo el título La ética de la gestión empresarial. Las implicaciones de la Ley Sarbanes Oxley y la responsabilidad de la alta dirección, el Capítulo Español de la IAA ha celebrado una jornada en la que se propugnó la idea de que la autorregulación es la mejor vía para adpatarse a los requisitos de transparencia financiera que exige esta ley estodounidense. A finales de 2005 todas las compañías que cotizan en la Bolsa de Nueva York deberán actuar conforme a las directrices marcadas por la Ley Sarbanes Oxley. Una normativa estadounidense financiera a fin de evitar escándalos contables similares al ocurrido con Enron y Worldcom en Estados Unidos o con Parmalat en Europa. El sector publicitario español, o al menos una parte, se siente amenzado ante las repercusiones que dicha legislación podría tener en España, especialmente tras los efectos perniciosos que produjo en Francia la aplicación de una normativa similar, la ley Sapin del año 1993. Desde el capítulo español de la Asociación internacional de Publicidad (IAA), que preside Fernando Ocaña, la propuesta es utilizar el camino de la autorregulación para evitar que instancias y profesionales ajenos a la comunicación comercial determinen por la vía legal las líneas de actuación del sector
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