Es un momento crucial para Euskadi. Todas las partes implicadas en el "proceso de paz" - cada vez más parecido al israelo-palestino por sus nulos resultados - mantienen el pulso, como lo demuestra él último comunicado de ETA y la detención de una interlocutora de la organización. Los presos etarras se han hecho valer, cansados del olvido en que están, y han impuesto que su liberación sea un aspecto central en las negociaciones, al tiempo que se presentan como únicos interlocutores del Gobierno. Quieren más energia en ETA y el mundo "abertzale", pero Madrid se niega a hablar con ellos. La ruptura de la tregua es algo más que una posibilidad.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados