Seis meses después de abandonar la secretaría general del PP, el vicepresidente primero del Gobierno aún no ha podido sacar adelante ni una sola de las principales misiones que le encargó José María Aznar entre ellas, mejorar las relaciones con el PNV, aprobar la Ley de Ayuda a las Víctimas del Terrorismo y evitar el descalabro asturiano. La mala suerte persigue a Francisco Álvarez Casos.
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