Con la retirada de la oposición y el triunfo absoluto del Movimiento Quinta República (MVR)y los partidos que apoyan la revolución bolivariana en las elecciones legislativas, Chávez tienen a su favor el poder ejecutivo y legislativo para ahondar sin excusas su proyecto político y social. A la vista de la abstención y de la intención de renovar, con diez millones de votos, su mandato presidencial en 2006, el mandatario venezolano se enfrenta a la hora de la verdad. La oposición, autoexcluida, busca espacios en los que resurgir, capitalizar el descontento o la apatía social y hacer descarrilar al gobierno boliviarino. La confrontación flota en el aire.
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