La amenaza mil veces anunciada se ha cumplido, desgarrando el corazón de la capital británica. El 7-J no sólo es un zarpazo fatal a los londinenses y su primer ministro, sino que recuerda al conjunto de la Europa que la amenaza del terrorismo Internacional es real y sigue vigente. La UE busca ahora nuevas fórmulas para enfrentarse al AL Qaeda y sus satélites
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados