Las intensas gestiones diplomáticas dieron sus frutos para que España tuviera voz y voto en la cumbre financiera internacional más relevante de los últimos años. Acabado el baile de sillas, Zapatero acudió a Washington, donde puso de relieve sus recetas básicas para hacer frente a la crisis: máxima transparencia, con un regulador mundial, y el final de los paraísos fiscales y de los escandalosos incentivos para los banqueros.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados