Tanta obediencia debida a los mercados, que hablan en las cumbres por boca de Merkel y Sarkozy, conduce a un panorama aún más negro de drásticos recortes sociales en los países que renuncian a una política económica propia y hacen del mundo del trabajo un vasallaje indigno. Una vez que PSOE y PP se ponen de acuerdo en el Congreso es para consagrar en la Carta Magna la pérdida de soberanía. Can con prisas y a lo loco.
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