Carlos Sostres Homedes, P. Lacarta García, Angel Lanas Arbeloa
El esófago de Barrett (EB) es el principal factor de riesgo para el desarrollo de adenocarcinoma de esófago (ACE). La incidencia y la mortalidad de este cáncer han aumentado en el mundo occidental en los últimos años. El impacto del diagnóstico precoz es importante porque la mortalidad del ACE es elevada a pesar de los tratamientos y produce un gran consumo de recursos económicos. La detección del ACE en estadios precoces aumenta la supervivencia de estos pacientes. El seguimiento endoscópico periódico de los pacientes con EB está indicado por todas las asociaciones científicas gastroenterológicas en un intento de detectar el cáncer en un estadio temprano y potencialmente curable. Hoy en día, tanto los intervalos de seguimiento como la necesidad de su realización en pacientes sin displasia o displasia de bajo grado se encuentran en debate. En esta revisión presentamos la evidencia disponible para ayudar a la toma de decisiones.
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