Objetivo: ante la disparidad de recomendaciones en cuanto a la edad y la frecuencia de realización de pruebas tuberculínicas en la infancia se planteó un estudio de prevalencia de infección tuberculosa por edades para 1)determinar en que edades sería recomendable la realización de pruebas tuberculínicas, y 2)determinar si hubo diferente prevalencia de infección entre vacunados de BCG al nacer y no vacunados. Conclusiones: se recomienda la realización de pruebas tuberculínicas al año y a los cuatro años de edad y se muestra que, en nuestro medio los niños vacunados tienen una prevalencia de infección en la primera infancia semejante a la de los no vacunados.
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