Juan José García Peñas, A. Pérez Villena, M.L. Calleja Gero, L. López Marín, Concepción Fournier del Castillo, C. Castaño de la Mota, Rebeca Losada del Pozo
Introducción. Se han publicado artículos en los que se muestra que los pacientes pueden presentar trastornos del comportamiento y dificultad para el aprendizaje en las epilepsias benignas de la infancia (EBI). Objetivos. Hacer una revisión de los pacientes con diagnóstico de EBI en nuestro hospital e identificar si presentan dichas alteraciones. Pacientes y métodos. Revisión retrospectiva de las historias clínicas de los pacientes con diagnóstico de EBI. Se realizó electroencefalograma (EEG) o video-EEG-poligrafía de sueño a todos los pacientes. Para la valoración intelectual se utilizaron los tests de inteligencia para niños de Wechsler. Resultados. Se recogieron 102 pacientes con diagnóstico de EBI. El 51,6% de los pacientes con epilepsia rolándica mostraba una atención dispersa y el 16,2% evidenciaba un temperamento impulsivo. En el grupo con síndrome de Panayiotopoulos, un 30,3% mostraba una atención dispersa y un 27,3% presentaba un temperamento impulsivo. Se llevó a cabo una valoración psicométrica en 43 pacientes. El valor del cociente intelectual total medio fue de 95 (rango: 55-126). En los tres grupos el rendimiento escolar fue bueno en aproximadamente la mitad, regular en cerca del 30% y malo en alrededor del 15%. En el grupo con epilepsia rolándica se encontró relación entre paroxismos frontales (p = 0,039) y occipitales (p = 0,004) en el EEG y un peor rendimiento escolar. En este grupo, los niños con conductas calificadas como dispersa, impulsiva o hiperactiva mostraban con más frecuencia paroxismos izquierdos (p = 0,030). Conclusiones. Las EBI son entidades con buen pronóstico, pero parecen asociar trastornos del aprendizaje y conductuales. Sería conveniente realizar estudios neuropsicológicos a estos pacientes para detectar tales alteraciones.
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