Resumen de Rodrigo tenía muy clara la película que quería hacer. Visualmente sabíamos que debía ser muy oscura, pero la mismo tiempo ofrecer ciertos puntos de respiro, para no agobiar sobremanera al espectador.
Con su segundo largometraje, que despertó ovaciones en el Festival de Sundance y cuyos derechos de distribución en Estados Unidos fueron objeto de una dura puja, Rodrigo Cortés presenta una historia agónica y vibrante, que agarra al espectador por el cuello desde el primer minuto meterlo en el interior de un ataúd y no lo suelta hasta los créditos finales. Eduard Grau asumió la dirección de fotografía de tan arriesgada propuesta, explorando todos los matices de un ambiente claustrofóbico.
