Los efectos de la crisis económica llevan años dejándose sentir de una forma despiadada entre la población de nuestro país. Pero uno de los más novedosos es el éxodo de ciudadanos españoles hacia otros Estados en busca de un puesto de trabajo que les es negado dentro de nuestras fronteras. Según la OCDE, ya en 2010 se había producido una emigración neta de 50.000 personas en el Estado español -habían salido 50.000 más de las que habían entrado para encontrar un empleo-. Esa tendencia se ha reforzado en los últimos dos años, uniéndose también al cese en la llegada de inmigrantes y al retorno de muchos de ellos a sus lugares de origen, lo que generará un problema demográfico a medio y largo plazo, junto a los dramas personales en cada caso y la pérdida para la nación de miles de personas altamente cualificadas.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados