A lo largo de muchos años de profesión Carlos Aguado ha tenido que fotografiar todo tipo de productos en todo tipo de situaciones, fundamentalmente debido a su prinicipal cliente: la publicidad. Este potencial riesgo ha sido la excusa para convertir la fotografía en un divertimento, donde iluminar se ha convertido en sinónimo de bordar.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados