Hasta el momento se considera que no existen estudios clínicos controlados, prospectivos y randomizados que permitan establecer una relación causal entre el uso de estrógenos como terapia de reemplazo (HRT) en la menopausia y el riesgo para el desarrollo de cáncer de mama. La mayor parte de los estudios epidemiológicos muestran que las mujeres que han tomado estrógenos por más de diez años tienen un riesgo relativo de cáncer de mama de 1.46 lo cual es una magnitud pequeña; asimismo el riesgo aumenta por arriba de los 70 años. Por lo mismo el médico y la mujer deben balancear el efecto benéfico de la HRT con el riesgo potencial de la acción sobre mama y así decidir, con base en una completa información, si los beneficios de la HRT superan a los riesgos. Por otra parte el número cada vez mayor de supervivientes del tratamiento de cáncer de mama, por la detección temprana y los mejores recursos terapéuticos, padecerán hipoestrogenismo y pudieran beneficiarse de la HRT o en su alternativa utilizar recursos no estrogénicos para el alivio del déficit de estrógenos. En pacientes con remisión del cáncer la controversia es mayor en cuanto al uso de HRT, aunque ahora se usan antiestrógenos (raloxifeno y tamoxifeno) que actúan positivamente sobre el hueso y el metabolismo lipídico. Por ahora la decisión de recibir HRT se debe compartir entre el médico y la paciente. Palabras clave: Cáncer de mama, terapia hormonal, menopausia, estrógenos.
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