Entre 2000 y 2005, Alemania tuvo su primera «crisis», que enfrentó mediante un conjunto de reformas implementadas en 2003 en el marco de la Agenda 2010. Al parecer, el país resistió relativamente bien los efectos de la Gran Recesión. Muchos observadores creen que la causa de este éxito radica en las reformas de la Agenda y en la capacidad de producción industrial. No obstante, si se analiza con mayor atención, surge un panorama diferente y más ambiguo. Alemania debió pagar un alto precio por las victorias: el de una mayor desigualdad en el plano interno y el de las crisis de deuda en el extranjero.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados