Resumen de Aplicaciones bioquímicas y prácticas de un diluyente para la conservación líquida de semen de verraco a 5º y a 16 ºC
J. Strzezek, L. Fraser, M. Lecewicz, A. Dziekonska, F. Sáiz Cidoncha
La yema de huevo ha sido el componente más común de los diluyentes desde que se descubrió su acción protectora contra el choque frío en espermatozoides de toro suspendido en una solución tampón fosfato (Philips, 1939). Se ha confirmado que las fracciones lipoproteicas de los fosfolípidos de la yema de huevo protegen a los espermatozoides contra el choque frío durante la estabilización de la integridad de la membrana espermática (Kampschamidt et al., 1953; Blackshaw, 1954). En las experiencias realizadas con distintas técnicas de laboratorio y con distintos constituyentes lipídicos individuales aislados de la yema de huevo se ha podido demostrar que los mecanismos de unión de los lípidos a la membrana espermática son, especialmente, soportados por las fracciones de lipoproteínas de baja densidad (LDF) (Pace y Graham, 1974; Watson, 1975; Watson, 1981). Hasta el momento, la naturaleza de la interacción de las lipoproteínas de la yema de huevo con la membrana espermática no ha podido ser perfectamente clarificado. Los estudios realizados con técnicas de fluorescencia han mostrado que cuando se utiliza la yema de huevo como componente en los diluyentes para la conservación de semen de carnero, se forma una unión reversible que puede ser eliminada lavando los espermatozoides con el diluyente sin yema de huevo añadida (Watson, 1975). Esta observación no coincidía con los resultados obtenidos por Foulkes (1977) que demostró, utilizando lípidos unidos a un marcador radioactivo, que las fracciones lipídicas de la yema de huevo se unen firmemente a la membrana espermática y esta unión no puede ser eliminada mediante lavados intensivos con el diluyente sin yema de huevo. La acción protectora de los fosfolípidos contra el choque frío depende de de las interacciones con las estructuras lipídicas de la membrana espermática (Quinn et al., 1980). Además, en las experiencias llevadas a cabo con técnicas inmunoquímicas utilizando suero anti-lipoproteínas, se observó que la unión de las lipoproteínas a la membrana del espermatozoide de toro era permanente (Cookson et al., 1984). Debemos tener en cuenta que, además de las diferencias que existen entre las distintas especies animales en los mecanismos de interacción de los lípidos de la yema de huevo con la membrana espermática, los cambios cuantitativos en la relación fosfolípidos: colesterol pueden tener, también, una acción significativa. El mecanismo de la acción protectora de la yema de huevo se basa en la forma de interacción entre las lipoproteínas y la membrana espermática o de integración de los fosfolípidos en el plasmolema. Otros efectos beneficiosos de la yema de huevo son el mantenimiento de la presión coloidal (Foulkes, 1977), la reducción de los daños en la membrana inducidos por los radicales de oxígeno libres (Jones y Mann, 1977) y en las interacciones intracelulares con las proteínas presentes en el plasma seminal (Jeyendran y Graham, 1980).
