Este artículo explica cómo las migraciones modernas de América Latina hacia Estados Unidos producen cambios notables en el panorama político y en la composición étnica de aquel país. Los inmigrantes latinoamericanos están en proceso de construcción de una nueva cultura y una nueva conciencia. El fenómeno migratorio tiene importantes implicaciones sociales que abarcan todas las facetas de la vida individual y colectiva, económica, demográfica, política, cultural, psicológica y cívica. Por ello, analiza cómo se incorporan las nuevas comunidades a otras ya asentadas, y cómo los migrantes logran asegurar un mínimo de cohesión social para evitar la desintegración o fragmentación social y la desigualdad en contextos ajenos y diversos. La migración trae consigo la ampliación del radio de las relaciones sociales y la conformación de nuevos vínculos laborales, amistosos o amorosos. Del mismo modo, las diversas expresiones culturales cobran mayor relevancia tanto para la integración y conservación de la cultura original como para la construcción del imaginario colectivo de una nueva identidad.
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