Puede parecer mentira que una sola persona pueda desatar un conflicto internacional de tales proporciones. Países tan diversos como China, Ecuador, Islandia, Rusia, Venezuela, España y Alemania han intervenido en disputas que, según del lado que se miren por unas razones u otras, resultan totalmente paradójicas o a lo menos irónicas. Veamos: por un lado, países democráticos y libres que proclaman respetar los derechos de los ciudadanos a su propia intimidad, son "pillados" en flagrante amenaza a tales derechos por medio de vigilancias de registros telefónicos y de internet. Tales países (Estados Unidos, Israel, Alemania, Gran Bretaña) comienzan la persecución y acusación de espionaje a la persona que destapó la trama, Edward Snowden. Países conocidos por sus abusos en derechos humanos y su falta de libertad de expresión (como China, Venezuela y Cuba) se ponen del lado de la "libertad de expresión" del perseguido�
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