El botulismo es una toxi-infección producida por la bacteria anaerobia Clostridium botulinum por medio de una potentísima toxina, la toxina botulínica, de la cual existen ocho serotipos diferentes. Ésta es capaz de provocar en humanos al menos cuatro cuadros clínicos diferentes por bloqueo de la transmisión neuromuscular, y que pueden variar en gravedad desde la casi ausencia de síntomas hasta la muerte por parálisis respiratoria. Paradójicamente, la toxina botulínica se presenta también como un arma terapéutica eficaz y segura en decenas de enfermedades, si bien gran parte de estas potenciales aplicaciones está aún en fase de investigación.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados