Por primera vez, un instrumento de sobremesa muy fácil de usar puede presentar imágenes químicas de la superficie de objetos macizos, una posibilidad que antes sólo proporcionaban instrumentos mucho más caros. La importancia de este descubrimirnto es enorme. Todos los cuerpos sólidos se interrelacionan con sus alrededores a través de las capas atómicas más externas. Por tanto, conocer la química de esas superficies es un paso vital para estudiar su comportamiento.
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