El indeterminismo cuántico parece incompatible con la defensa de la causalidad que hace Kant en su Segunda Analogía. La interpretación de Copenhague de la mecánica cuántica también considera a esta teoría como evidencia, a favor del antirealismo. Este articulo defiende que la ley (trascendental) de la causalidad se aplica solamente al mundo en tanto que observable, y no a objetos hipotéticos (inobservables) como los quarks, detectables solo mediante aceleradores de altas energías. Tomar la constante de Planck y la velocidad de la luz como límites inferior y superior de la observabilidad nos ofrece un modo de interpretar los observables de la mecánica cuántica como empíricamente reales, incluso aunque estos sean trascendentalmente, es decir, preobservacionalmente, ideales.
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