La posición británica sobre la Unión Europea vuelve a girar hacia el euroescepticismo con el Gobierno de David Cameron. El primer mandatario plantea la posibilidad de poner en marcha un referéndum para que los ciudadanos británicos tengan la posibilidad de decidir si quieren o no continuar perteneciendo a la Unón Europea. Este asunto genera numerosas incógnitas difíciles de despejar, porque el propio Cameron no aclara cuál será su posición en caso de convocarlo y parece que se podría inclinar por una u otra opción dependiendo de los resultados de sus negociaciones con la Unión Europea. El Partido Laborista tampoco tiene fijada todavía una posición. Eso hace que la incertidumbre se haya instalado en la política británica.
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