Los simios son los parientes más cercanos a los seres humanos en el mundo animal. Se parecen a nosotros aun siendo diferentes. La ambigüedad existente entre la forma y el comportamiento de los simios respecto a los seres humanos hizo que estos fueran usados como espejo del comportamiento positivo y/o negativo de los hombres en representaciones tanto literarias como artísticas a lo largo de la historia. Los simios pueden aparecer como emblemas de la usura o la lujuria, aunque también como símbolos de estatus social. Incluso cuando son representados con rasgos positivos, casi siempre hay un elemento de travesura o malicia en la imagen. A lo largo de la Edad Media, el simio fue representado ampliamente en los márgenes del arte medieval, ya fuera en determinados capiteles de edificios religiosos o en los manuscritos iluminados. Su imagen y simbolismo sufrieron cambios drásticos a lo largo de la Edad Media, especialmente después del siglo XII, momento en que los simios empezaron a formar parte del paisaje urbano.
Monkeys and apes are the closest relatives of humans in the animal world. They look like us, yet they are completely different. The ambiguity between the form and behavior of apes over humans was the main reason why they were used as a mirror of positive and/or negative behavior in both literary and artistic representations throughout history. The apes may appear as emblems of usury or lust, but they can also appear as symbols of social status. Even when the apes are represented with positive traits, there seems to be an element of mischief or malice in the image. Throughout the Middle Ages, the ape was widely represented at the margins of medieval art, whether in the capital of a cathedral or in illuminated manuscripts. Its image and symbolism underwent dramatic changes throughout the Middle Ages, especially after the monkeys appeared more frequently in the medieval city from the beginning of the twelfth century.
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