El discurso del presidente Nicolas Sarkozy es tradicionalmente analizado en Francia como un discurso de "rotura", tanto sobre el plano jurídico y político como sobre el del lenguaje. El presidente querría renombrar las cosas y, en consecuencia, colocar un nuevo tipo de vida democrática. A partir de un análisis genealógico, y a partir de un punto de vista filosófico (S. Cavell, R.W. Emerson, L. Wittgenstein, J. Austin), podemos en efecto mostrar que el discurso presidencial intenta operar una transmutación del « mí » democrático colocando un lenguaje nuevo. Este discurso instauraría una " democracia radical " que podría definirse como una negativa de la conformidad, así como pensaron en él los filósofos norteamericanos Emerson y, hoy. Cavell. Sin embargo, el discurso del presidente Sarkozy radicaliza en cierto modo la democracia radical pues lo niega: en casa de Emerson y Cavell, esta democracia es radical porque está siempre en discusión, en reanudación perpetua ; en casa del presidente Sarkozy, al contrario, esta democracia fija fronteras, delimita perímetros entre "ellos" y "nosotros", se inventa un destino totalmente como se busca un origen en una identidad. Esta extrema radicalidad de la democracia sarkozyenne desplaza desde entonces las genealogías y sus significados. Esto no está del lado más de la casa de Emerson, Cavell y Wittgenstein de la que hay que comprender el contenido, como del de C. Schmitt - y de la lectura que llevan a cabo particularmente hoy G. Agamben, T. Negri, E. Balibar y R. Esposito - y de M. Foucault. En efecto, el discurso presidencial muestra en qué medida para construir esta democracia nueva no es posible distinguir la política de la lógica de la guerra. El discurso presidencial, procurando preservar sus fronteras de un exterior cualquiera - francés de origen extranjero, el "delincuente", el polígamo, el Rom, etc.,- a través de la omnipresencia de la seguridad pública de los temas y de la inmigración precisamente coloca un sistema juridico-político inmunitario. Se emparienta con una burbuja que desea protegerse de todo desarreglo susceptible de surgir del "exterior". Para el presidente Sarkozy, se trata construir una "comunidad" particular capaz de defenderse. Pero, si los numerosos comentadores critican este discurso, mostrando los peligros que hay de estigmatizar a ciertas poblaciones, olvidan al mismo tiempo indicar que este discurso presidencial finalmente instaura un sistema de inmunización cuya eficacia tiende (a la larga) a volverse contra la comunidad que pensaba preservar sin embargo.
The speech of president Nicolas Sarkozy is traditionally analyzed in France as a speech of "break", both on the legal, political plan and on that of the language. The president would like to reappoint things and, consequently, to set up a new type of democratic life. From a genealogical analysis, from a philosophic point of view (S Cavell, R.W. Emerson, L. Wittgenstein, J. Austin), we can indeed show that the presidential speech tries to operate a transmutation of the me democratic by setting up a new language. This speech would establish a " radical democracy " which could define itself as a refusal of the conformity, as thought of it the North American philosopher Emerson and, today, S Cavell. However, the speech of president Sarkozy toughens in a way the radical democracy and thus denies it : At Emerson and Cavell, this democracy is radical because it is always in discussion, in perpetual resumption; at president Sarkozy, on the contrary, this democracy fixes borders, bound perimeters between "them" and "us", invents a fate quite as it looks itself for an origin in an identity. This extreme radicality of the democracy sarkozyenne moves from then on the genealogies and their meanings. It is not any more towards at Emerson, Cavell and Wittgenstein that it is necessary to understand the content, but of that of C. Schmitt - and of the reading which make in particular today G. Agamben, T. Negri, E. Balibar and R. Esposito - and of Mr Foucault. Indeed, the presidential speech shows how much to build this new democracy it is not possible to distinguish the politics of the war logic. The presidential speech, by trying to protect its borders of some outside - French of foreign origin, the "delinquent", the polygamist, the Roma, etc., - through the security omnipresence of the themes and the immigration sets up exactly an immunizing juridico-political system. It is similar to a bubble which wishes to protect itself from any disorder susceptible to appear from the "outside". For president Sarkozy, it is a question to build a particular "community" capable of defending itself. However, if numerous commentators criticize this speech, by showing the dangers which there is to stigmatize certain populations, they forget at the same time to indicate that this presidential speech establishes finally a system of immunization the efficiency of which tends to turn around against the community which he nevertheless intended to protect.
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