Energía en el ciclo de vida del edificio. La certificación del edificio sostenible

• Autores: Paula Pereiro Villanueva
• Localización: Patorreb 2012: 4.º Congreso de patología y rehabilitación de edificios. 12-14 de abril de 2012, Santiago de Compostela, 2012, ISBN 978-84-96712-49-2, pág. 129
• Idioma: español
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• Resumen

  • Cuando se habla de rehabilitación de edificios, generalmente se tratan cuestiones como la corrección de patologías, la renovación de instalaciones, y la consolidación estructural. Recientemente, también, se empieza a relacionar la eficiencia energética con la rehabilitación.

    Pero es necesario echar la vista al frente y prestar atención a otros aspectos relacionados con el medio ambiente y la rehabilitación que van más allá de la eficiencia energética y que inciden directamente en los consumos energéticos generados en todo el ciclo de vida de un edificio, como la energía empleada en la elaboración de los materiales, la gestión de residuos en el propio edificio, la iluminación tanto natural como artificial, la energía que se reduce gracias a la zonificación térmica, el uso de equipos con un bajo consumo de energía, la movilidad de los usuarios al propio edificio e incluso, el uso de materiales cuya fabricación sea próxima a la obra y que ello implique un menor transporte.

    Atendiendo a estas necesidades emergentes, surge en el mercado internacional el Certificado de Edificios Sostenibles BREEAM ES, que evalúa el impacto ambiental de los edificios analizando diferentes conceptos, relacionados directa o indirectamente con la energía que se genera en el edificio: protección y gestión de las obras que se producen en el emplazamiento; confort del usuario; medidas de ahorro energéticas no solo en el edificio, sino también desde el punto de vista del transporte desde y hacia el edificio; ahorro de agua tanto en el interior como en el exterior del edificio; uso materiales de bajo impacto ambiental; reutilización y reciclaje de materiales; mitigación del impacto ecológico en el emplazamiento; reducción del uso de refrigerantes en equipos del edificio; reducción de contaminación acústica ambiental y cursos de agua.